Celebración del Día Internacional del Trabajo Monseñor Francisco Niño:  “La Iglesia ha sido la voz de los sin voz”En el trabajo podemos ser instrumentos de su Misericordia

En la liturgia se quiso rendir homenaje a todos los hombres y mujeres que con el trabajo pueden realizar sus sueños y proyectos, se ofreció esta Misa para que en nuestra Patria con trabajos dignos y justos todos los que laboran logren tener una condición digna de vida. 

También se nos invitó en la monición de entrada a no olvidarnos de todos los que están en el trabajo informal y de manera especial a los desempleados. La celebración eucarística no sólo fue para conmemorar el día mundial del trabajo sino para pedir que sean reconocidos los esfuerzos y cansancios de nuestro pueblo trabajador, un homenaje sentido a los campesinos para que atendidos por lo estatal alcancen a ver con alegría el fruto de sus cansancios.

Monseñor Francisco Niño, Vicario Episcopal Territorial de San José en Bogotá, fue quien presidió la Eucaristía resaltando a San José como el patrono de los trabajadores y expresando que todos, campesinos, artesanos, operarios, técnicos y profesionales, encuentren en el trabajo la posibilidad de realizarse como personas y cumplir con la misión que Dios les ha encomendado.  

El Catolicismo: ¿Qué significa el trabajo desde la Doctrina Social de la Iglesia?

Monseñor Francisco Niño: La Doctrina de la Iglesia busca iluminar desde los valores del Evangelio todas las realidades humanas, el trabajo es una actividad humana que brinda al ser humano la posibilidad de realizarse como persona.  Esta actividad humana puede desarrollarse en contextos adecuados o no adecuados, en condiciones más o menos humanas, por eso la doctrina de la Iglesia, la labor social de la Iglesia y la presencia de la Iglesia a lo largo de los siglos y en los distintos contextos sociales busca garantizar, velar, propugnar, ayudar y defender las condiciones de vida digna de los trabajadores.

El trabajo es un derecho de toda la humanidad, de todos los creyentes y de todos los hombres, pero infortunadamente no todos tienen la oportunidad de realizar esta actividad plenamente para su existencia, los índices de desempleo en Colombia fácilmente alcanzan el 10% y en el mundo el nivel de desempleo es más alto y eso sin contar con los factores de subempleo  y las condiciones de vida menos digna de muchos trabajadores; por eso es trágico pensar que de cada diez personas una no se encuentra realizando el trabajo en condiciones dignas, es trágico pensar que en muchas industrias y en muchos contextos el trabajo mira solamente la dimensión del lucro, es trágico pensar que en muchos contextos agrarios los niveles de sacrificio no se ven compensados con las utilidades.

Por todo ello, la Iglesia que siempre está al lado de los más necesitados y más pobres busca desde la Pastoral del Trabajo apoyar la labor de los trabajadores para que las condiciones de vida sean cada vez más humanas y las condiciones de trabajo sean cada vez más dignas.  

El Catolicismo: Monseñor usted, se refirió en su homilía a que en el trabajo también somos instrumentos de la Misericordia de Dios y como el Señor se vale de nuestro trabajo para que cumplamos una misión, seamos salvados y nos realicemos plenamente.

Monseñor Francisco Niño: Claro porque Dios tiene para la humanidad y para cada uno de nosotros un proyecto de salvación, un proyecto de amor, a través del cual quiere que todos nosotros alcancemos la plenitud de nuestra existencia, por eso trabajando en cada uno de los espacios en donde queremos estar y tenemos la gracia de trabajar, no solamente nos realizamos como personas sino que contribuimos a que el proyecto de salvación de Dios se haga visible en la humanidad y en el mundo.

El Catolicismo: Al finalizar la Eucaristía pidió oración por aquellas personas que han muerto en situaciones de trabajo injustas, por los sindicalistas y agentes de la pastoral social que han dado su vida a causa de su trabajo, ¿cuál es su mensaje sobre estas situaciones?

Monseñor Francisco Niño: Si en este proyecto amoroso de Dios, Él nos invita a construir la comunión y la construcción de la comunión se da por medio del diálogo y de la fraternidad, es muy triste ver cómo algunas personas creen que las reivindicaciones laborales sólo se pueden dar por medio de la violencia, es muy triste ver como todos los primeros de mayo la violencia que se genera en muchos lugares comenzando por el centro de la ciudad capital, causa destrozos, sufrimientos, tristezas.  Sin duda, la reivindicación de los derechos no es una tarea fácil, pero es necesario agotar los caminos del diálogo y de la concertación antes de pasar a otros mecanismos.

El Catolicismo: En el trabajo podemos reconocer el rostro concreto de Cristo, su humanidad…

Monseñor Francisco Niño: Queel Señor de verdad permita que cada uno de nosotros en el trabajo que realicemos podamos ser instrumentos del amor de Dios,  que el Señor le conceda trabajo a tantos que lo buscan incesantemente, que el Señor permita que las condiciones de vida y las condiciones laborales sean cada vez más humanas y dignas,  que el Señor haga acontecer todo esto, a través de nosotros; respondiendo a su inquietud, porque Él nos puso en este mundo con la misión de ser instrumento de su Amor y nada de esto se hará si cada uno de nosotros no ejercemos la capacidad de ser más solidarios, más fraternos, en la capacidad de sacrificarnos a nosotros mismos en favor del bien común y particularmente en los que más lo necesitan, que el Señor nos bendiga a todos en esta misión.

Por:  Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones, OAC – Bogotá.